22 de noviembre, 2023

La capa interna de los vasos sanguíneos del corazón y los pulmones pueden inflamarse con una infección por COVID, especialmente si sufre de arteriosclerosis. La inflamación de estos vasos sanguíneos (microscópicos) es grave y complicada de curar (a veces no por completo). Además, esta dañina inflamación de las arterias puede extenderse a otros órganos.

Los puntos calcificados ("placa") también forman los peligrosos coágulos de sangre (trombosis).

Cualquiera que considere dejar de vacunarse haría bien en analizar sus anticuerpos antes de salir sin protección. ❄️

¿Y la inocuidad? La miocarditis (inflamación del músculo cardiaco) es una posible complicación de la vacuna contra el ARNm (1 de cada 100.000 personas), que suele producirse en los siete días siguientes a la vacunación en hombres menores de 40 años, y es relativamente suave, con una recuperación normalmente completa. Los estudios sugieren que aumentar el intervalo entre vacunaciones puede ayudar.

 

Las palomas son granívoras y tienen más probabilidades de presentar una carencia de proteínas.

 

Las proteínas se diferencian de los hidratos de carbono (azúcares) y las grasas (lípidos) en su composición. Además de hidrógeno (H), oxígeno (O) y carbono (C), también incluyen un átomo de nitrógeno (N), que es un componente químico importante en la formación de aminoácidos. Los principales componentes del organismo son estos aminoácidos (N-CHO). Es mayor la probabilidad de que los hidratos de carbono y las grasas (CHO) participen en la generación de energía.

 

En función de las necesidades de urgencia, existe cierto grado de intercambiabilidad entre estos tres tipos de nutrientes (grasas, proteínas y azúcares).

La sobrealimentación con proteínas provoca malestar cuando el exceso de nitrógeno (N) se excreta en forma de amoníaco (NH3). Esto desplaza el ácido que protege contra los patógenos en el intestino.

En la naturaleza (flora), el exceso de nitrógeno (frente a la sobrefertilización) elimina la biodiversidad de la flora y perturba profundamente el ecosistema (monocultivo de plantas descontroladas), lo que explica el actual debate sobre el "nitrógeno" en el sector agrícola.

 

Las palomas son granívoras. Su dieta contiene menos proteínas que la de los insectívoros y omnívoros.

Aunque el contenido de proteína bruta recomendado para la alimentación de las palomas se sitúa entre el 12% y el 18%, no ha sido establecido experimentalmente. Se fundamenta más en los resultados de la cría que en las necesidades de mantenimiento.

• Pichones incubados 18 %
• Puesta, reproducción, buche de leche , cría de pichones 16 %
• Añojos 15 % 
• Mantenimiento viejos 14 %.

Sabemos que las palomas de carreras corren el riesgo de contraer enfermedades y también son portadoras de infecciones. A pesar de estar domesticados desde hace más de 7.000 años, su necesidad de proteínas alimentarias para mantener sus defensas contra (estas) enfermedades ha recibido poca atención en la composición de sus dietas.

El sistema inmunitario de la paloma consta de dos componentes: el sistema inmunitario innato y el sistema inmunitario adquirido (humoral).

• El sistema inmunitario innato (timo, bazo y bolsa de Fabricio ) responde rápidamente. 

• El sistema inmunitario adquirido responde más lentamente a los agentes patógenos. Aun así, tiene una memoria que actúa específicamente contra patógenos concretos (por ejemplo, los animales vacunados en el pasado pueden protegerse contra la exposición posterior a patógenos).

El sistema inmunitario adquirido puede activarse si el sistema inmunitario innato no consigue vencer a un patógeno invasor.

Los estudios tradicionales utilizan un equilibrio entre la ingesta y la excreción de nutrientes en relación con el mantenimiento del peso corporal. El funcionamiento adecuado del sistema inmunitario en relación con la dieta se ha considerado raramente.

En las palomas sanas, sólo se necesita una proporción relativamente pequeña de la ingesta diaria de proteínas (o de sus componentes básicos, los aminoácidos) para que el sistema inmunitario (formado por una combinación de células y proteínas) funcione correctamente. Sin embargo, cuando el sistema inmunitario se activa, la necesidad de proteínas aumenta. Las palomas jóvenes pueden desarrollar un balance proteico negativo.

Por ejemplo, en 2016, la Universidad La Trobe de Melbourne estudió si el sistema inmunitario de las palomas funcionaba eficientemente con dietas que contenían un 6, 10 o 14% de proteína bruta.

Posteriormente se midieron en la sangre distintos anticuerpos (la mayoría en forma de proteínas).

• Una ingesta baja de proteína bruta (6% de la dieta) fue suficiente para mantener el balance de nitrógeno y el peso corporal de las palomas.

Sin embargo, en estas palomas, en comparación con las dietas con niveles más altos de proteína bruta (10 y 14%), se redujeron las funciones inmunitarias esenciales del sistema inmunitario innato, en el que las células inmunitarias (heterófilos) y las sustancias migran rápidamente al lugar de la infección para absorber y eliminar los patógenos invasores.

• Las palomas alimentadas con dietas a base de 6 y 10 % de proteína bruta tenían menos anticuerpos contra la enfermedad de Newcastle (sistema adquirido) después de la vacunación que las palomas alimentadas con la dieta a base de 14 % de proteína bruta.

Curiosamente, en algunas palomas alimentadas con dietas del 6 y el 10% de proteína bruta se encontraron parásitos en el intestino (a nivel de las placas de Peyer) en la autopsia; las palomas del grupo del 14% no tenían parásitos.
Sin embargo, ninguna de las palomas del estudio había tenido previamente una infección parasitaria.

Conclusión:

Para mantener la función inmunitaria adquirida en las palomas, las dietas con un 6 y un 10% de proteína bruta son insuficientes.

Las investigaciones han demostrado que las palomas enjauladas que pesan 360 g al día necesitan al menos 3 g y 5 g de proteínas puras para mantener en funcionamiento su sistema inmunitario.  Durante el periodo de cría o de competición, las palomas necesitan más.

Comed ofrece ENERCOM, una proteína vegetal pura.

 

Una cucharada sopera por kilo aumentará la cantidad en 1 gramo por paloma y día.

Aquí se aplica la regla de Johan Cruyff de "toda ventaja tiene su desventaja". No importa lo buenas que sean las proteínas, siempre hay que tener en cuenta que una de más se convierte en amoniaco, lo que debilita inmediatamente la acidez crucial en los intestinos y permite que surjan los gérmenes de la enfermedad.

En un intestino insuficientemente ácido, los minerales no se absorben tan bien.

Este problema de amoníaco puede resolverse perfectamente con RONI, que pone las cosas en su sitio introduciendo bacterias vivas productoras de ácido en el sistema digestivo.